La diferencia la hacen la fórmula, la investigación y objetivos del producto que determinan el precio. Según las consultas realizadas con profesionales del sector y dermatólogos nos aclaran las principales diferencias que encontraremos entre los más económicos y los de gama alta.
Algo que hay que tener en cuenta con respecto a los clientes es que “Si el cliente es consciente de las limitaciones de los champús comerciales y no les importa el efecto que realicen estos champús en su cabello, entonces serán adecuados para ellos”.
Otros nos indican que el precio no determina la eficacia. Que sea caro, no quiere decir que sea adecuado para tu cabello, o que sea mejor producto, esto lo debe determinar un profesional o la persona especializada correspondiente. También pone de relieve los cambios que se pueden ocasionar con el paso del tiempo. No se requieren los mismos cuidados y el uso del mismo producto toda la vida, ni en todas las situaciones. También hay que tener en cuenta la situación climática, por ejemplo. no es lo mismo el tiempo en España que en Suecia, ni el agua de la ducha en Barcelona o Madrid que, en la Comunidad Valencia, en nuestro caso, específicamente en Torrevieja. Las condiciones también determinan el champú necesario.
Los productos de farmacia, ya son mas específico cuando hay algún tipo de afección, Dermatitis seborreica, Tiña, Liquen plano, Psoriasis, Esclerodermia, etc.
En caso de patología dermatológica, la receta se vuelve indispensable. Los dermatólogos especializados en tricología y regeneración capilar pautan el champú adecuado para cada cabello en base al conocimiento de la composición y de los problemas capilares de la persona. Ahora bien, estos deben ser utilizados por un tiempo determinado. y hasta que el profesional indica que ya se debe continuar con un champú que no sea médico.
En los lineales de supermercado, los botes de champú incitan a comprar con promesas sobre sus resultados impresas en sus envases. Los estilistas, en sus salones, venden las bondades de las líneas con las que trabajan. En las consultas de dermatología, los doctores prescriben los productos más adecuados para tratar cada patología que afecta al paciente. Ante esta variedad de opciones, a veces cuesta decidir cuál encaja mejor con el cabello propio. Tres estilistas y una dermatóloga nos aclaran qué diferencia unos champús de otros y por qué deberían apostar los clientes en función de sus necesidades.
Los ingredientes modifican las tarifas de los productos, esto va en función de su exclusividad, la dificultad para obtenerlos, ya que su proceso puede encarecerse. La fórmula justifica que el precio se duplique. Ya que siempre se intentan utilizar componentes que no perjudiquen ni al medio ambiente y a nuestro cabello. Que ingredientes deben ser evitados. O, dicho de otra manera, cuanto menos ingrediente tiene un champú, o cualquier otro cosmético, mayor concentración de cada componente tendrá. Si, por ejemplo, utilizamos uno cuyo principal aliciente es el aloe vera, querremos que contenga la mayor cantidad posible y que, de paso, proceda de un cultivo de alta calidad.
Si un producto cuenta con una lista de ingredientes interminable, ¿cómo es posible que su precio sea asequible? Muy fácil, la concentración de cada uno de ellos será baja y su procedencia bastante cuestionable.
Cabello dañado por el exceso de Silicona, Sulfatos y Glicerina
Cabello recuperado con un tratamiento adecuado a las necesidades
Esto no significa que sólo puedas comprar artículos de lujo, ni mucho menos. Sólo necesitas hallar el equilibrio entre coste y contenido.
Los petroquímicos deben borrarse de los champús, no solo porque tienen resultados negativos para el cabello, sino por la contaminación al acabar en el desagüe. .
Otro inconveniente de los productos económicos. Algunos usan muchos ingredientes que consiguen un efecto flash inmediato, dan apariencia de una melena bonita y sana, pero a la larga no trabajan el problema.
A saber:
Las siliconas, desenredan los rizos y aportan brillo, pero cubren la fibra con una película que impide a los activos necesarios entrar. Las siliconas dificultan la oxigenación del cabello porque van acumulándose en su fibra. A largo plazo, pueden dañar la cutícula y resecarla, ya que la humedad, el sol o el oxígeno no pueden entrar en ella de manera normal, provocando una pérdida de brillo y de hidratación que te costará mucho reparar.
Los sulfatos, limpian con rapidez, pero pueden deshidratar el cuero cabelludo con un uso continuado, consiguen que el champú en cuestión haga mucha espuma. Sin embargo, son muy agresivos e irritantes para el cuero cabelludo, pudiendo incluso acabar con su hidratación natural.
Las glicerinas, atraen el agua desde el interior para dar aspecto hidratado, pero en exceso pueden secar el pelo
Además, deberías evitar las fórmulas que contienen alcohol, ftalatos, aceites minerales, parabenes, parafinas y petroquímicos. Son el abc de la cosmética industrial, y también algunos de los componentes más tóxicos que podemos encontrar en el mercado
Eso sí, los ingredientes por sí mismos no bastan. Solo una combinación adecuada asegura conseguir los efectos deseados para los que ha sido diseñado
La investigación que llevan detrás los productos se dibuja como otro factor para que el precio fluctúe. Sucede lo mismo con las cremas para el rostro o una prenda de lujo, el trabajo que hay detrás para conseguir un producto óptimo aumenta los costes
Esperamos te hayamos sido de ayuda a la hora de elegir el champú más adecuado para el momento en el que se encuentra tu cabello.